Madera cansada, telar indeciso, y allí solitaria acompañada de los recuerdos; rincones que nunca me cansé de buscar, llenos de magia color y risa. Me transformo cuando vuelo hacía delante, hacía atrás es distinto, porque todo cambia.
Mirada sin parpadeos y el movimiento perfecto, escucho...tan solo escucho...
La sonrisa inborrable, donde tensión se mezcla con pasión, llego al destino y solo vuelvo, lejos...hasta que termina el sonido impetuoso de mi transporte; entonces llego, cambio y regreso.
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