No hay que contar la magia cuando ya es creíble
el sentido, el color y lo blando lo pones tú.
Que no te olviden y menos te dejen de querer,
para volver a fundir ese cuento eterno.
Llevalo contigo y esparselo granito a granito,
sonrisas a rostros y que el recuerdo quede perpetuo.
Róbales los sueños a los niños y cambialos por tu magia,
que lleguen con el chisme de oreja en oreja y que el pueblo
quiera robarte.
No hay prisa compañero, guarde lo que le queda...siga su recorrido
que con cada paso que dá se deja registrado y si en algún segundo
puede recordar todo...fénix será.
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